Tribuna

Un hombre sabio y justo

Conservó intacta hasta el final la clarividencia de la que hizo gala durante toda su vida, en las múltiples responsabilidades que ocupó con brillantez

José Juan Pintó Ruiz. 

José Juan Pintó Ruiz fue un hombre sabio. Un maestro de la palabra, de la abogacía y de la vida, que, sin lugar a dudas, merece ser despedido 'Cum Laude', con alabanza, utilizando una de las expresiones latinas que tanto le agradaban y a las que con tanto dominio recurría asiduamente en las clausuras de las sesiones del Círculo Financiero.

Sus palabras constituían invariablemente una elocuente forma de 'laudatio', que ni el orador invitado ni todos los allí presentes olvidaremos con facilidad, puesto que su ingenio, erudición y sentido del humor resultaban siempre sublimes.

José Juan nos dejó el pasado domingo en Barcelona a los 93 años de edad, conservando intacta hasta el final la clarividencia de la que hizo gala durante toda su vida, en las múltiples responsabilidades que ocupó con brillantez. En muchas de ellas, tuve la suerte de disfrutar de su lucidez y de su cercanía.

Siendo uno de los más insignes juristas catalanes contemporáneos, se especializó en el arbitraje y la resolución de conflictos y siempre fue recto y justo. José Juan era una persona en cuyas intenciones siempre podías confiar. Sensible, generoso, comprometido y hombre de familia, hacía buena la sentencia de Publio Terencio Afro: "Soy humano y nada humano me es ajeno".

Sus méritos y reconocimientos son tan extensos que resulta difícil sintetizarlos. Su magisterio y su ascendente le llevaron a ser decano del Col·legi d’Advocats de Barcelona y, posteriormente, presidente de la Academia de Jurisprudencia y Legislación de Catalunya.

En el año 1982 fue nombrado presidente de La Caixa de Barcelona, que ocho años después se integraría con la Caixa de Pensions, dando lugar a “la Caixa”, de la que fue sucesivamente presidente y vicepresidente, junto a Juan Antonio Samaranch, en su primera etapa tras la fusión. Siempre ha sido un referente para mí, un hombre de equipo, alejado de protagonismos individuales. Y tengo el honor, también, de que fuera uno de mis predecesores en la presidencia de la Fundación “la Caixa” y de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), donde trataremos de honrar su ejemplo de liderazgo y su legado.

Decía Leonardo Da Vinci que “La sabiduría es hija de la experiencia” en una frase de la que la vida de José Juan es un inmejorable ejemplo. Perdurará su recuerdo en todos nosotros como un hombre modélico, dispuesto siempre a colaborar, con un carácter exquisito, una cabeza ciertamente privilegiada y una categoría humana excepcional. 

*Presidente de la Fundación Bancaria “la Caixa”