TAMBORES PREELECTORALES

El culto a Puigdemont

Día que pasa, día que el 'expresident' gana ventaja al PDECat. Este va perdiendo margen para una ruptura real y, sobre todo, para enhebrar un discurso político alternativo al que emana de Waterloo

Manifestación de apoyo a Puigdemont en Estrasburgo, el 2 de julio del 2019. / REUTERS / Vincent Kessler

El concepto de culto a la personalidad fue acuñado por Nikita Jrushchov en 1956. Con esta etiqueta reprobó Jrushchov en el XX congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética los crímenes del padrecito Stalin, su predecesor en el Kremlin. Este hallazgo lingüístico de la desestalinización data del siglo XX, pero el origen de los liderazgos fundamentados en la veneración, la adulación y la obediencia ciega y sectaria se pierde en el túnel del tiempo. De la misma pasta devota están hechas las principales deidades, los dictadores y también los caudillos populistas que medran en los sistemas democráticos.