El horizonte económico

Un duro pero esperanzador otoño

Hay razones para creer que disponemos de mayor capacidad para aliviar los efectos sociales de la crisis y también de mejores ideas y energías sociales para reconstruir una economía más inclusiva

Una decena de personas haciendo cola este verano en una oficina de la Seguridad Social de Barcelona.  / MANU MITRU

Será un largo y duro otoño. El fracaso de la etapa turística veraniega significará cierres de negocios y pérdidas de empleo. El aumento de los rebrotes en muchos lugares del país impacta de forma dramática en muchas economías locales y regionales. Euskadi ha declarado la emergencia sanitaria. Otras comunidades pueden tener que hacerlo también. En el otoño veremos un aumento del número de quiebras de pequeñas y medianas empresas y de autónomos incapaces de hacer frente a sus obligaciones fiscales, financieras y laborales por falta absoluta de ingresos.