Romper el silencio

La infertilidad no es culpa nuestra

El patriarcado empuja a la mujer a procrear y el capitalismo nos pone trabas

Sala de embriones de una clínica de fertilidad. / CARLOS MONTAÑÉS

Tardé cuatro años en quedarme embarazada y tener a mi hijo, cuatro largos años de incertidumbre, silencio, espera, estimulación ovárica, dolor, pinchazos, angustia, tratamientos de reproducción asistida e inquietud. Tengo problemas de infertilidad, muchas mujeres los sufren, y no tenemos por qué escondernos.