Análisis

La industria catalana en la hora decisiva

A la vez que se salvan los muebles hay que visualizar los nuevos horizontes y las hojas de ruta a transitar

Fábrica de coches de Mercedes-Benz en Vance, Alabama, Estados Unidos. / AFP / ANDREW CABALLERO-REYNOLDS

La industria afronta hoy la hora decisiva. Lo que hemos tenido hasta ahora ha sido en parte la estructura propia de un medio clásico, de producción delegada, que servía también la demanda nacional, permitía exportaciones por su coste salarial inferior y era intensivo en empleo. No han importado demasiado la velocidad y las prestaciones del vehículo. Lo que nos viene en los próximos 10 años es la posibilidad de coger un tren potente, que sale de estaciones europeas, al que se nos permite subir siempre que cumpla determinadas condiciones. Estas conllevan requerimientos que no estamos seguros de poder satisfacer (4.0, green deal).