En un congreso, hace unas semanas, me fijé en un modelo matemático que predecía que, si el confinamiento se hubiera mantenido en España al menos hasta mediados de julio, los casos de covid-19 habrían llegado prácticamente a cero. Entonces, con el país 'limpio', se habría podido volver a hacer vida normal (al menos mientras las fronteras estuvieran cerradas). El Gobierno optó por no hacer caso a esta y otras previsiones, y arriesgarse a empezar la desescalada antes de hora, priorizando las razones económicas por encima de la epidemiología. Esta es la raíz del problema que tenemos ahora: los rebrotes. La situación no es inesperada. Es, por tanto, inexcusable que no nos hayamos preparado adecuadamente para hacerle frente.
LA LUCHA CONTRA LA PANDEMIA
¿Hay que preocuparse por los nuevos rebrotes?
No podemos restar importancia a lo que está pasando solo porque, de momento, hay menos casos graves y muertes
Una pareja de la tercera edad pasea por el barrio de la Torrassa, en L’Hospitalet, este domingo. /
Lo más visto
- Reino Unido: el Gobierno advierte a los ciudadanos de una posible catástrofe y les pide que preparen un kit de supervivencia
- Al menos cuatro fallecidos y 16 heridos tras derrumbarse una planta de un edificio de Playa de Palma
- Las semillas de chía se cuelan en los desagües y amenazan con invadir las orillas de los ríos españoles
- Esta playa cerca de Barcelona tiene aparcamiento gratis todo el verano
- Tensión, porrazos, un detenido y cortes al tráfico en la protesta por el desfile de Louis Vuitton en el Park Güell