En un congreso, hace unas semanas, me fijé en un modelo matemático que predecía que, si el confinamiento se hubiera mantenido en España al menos hasta mediados de julio, los casos de covid-19 habrían llegado prácticamente a cero. Entonces, con el país 'limpio', se habría podido volver a hacer vida normal (al menos mientras las fronteras estuvieran cerradas). El Gobierno optó por no hacer caso a esta y otras previsiones, y arriesgarse a empezar la desescalada antes de hora, priorizando las razones económicas por encima de la epidemiología. Esta es la raíz del problema que tenemos ahora: los rebrotes. La situación no es inesperada. Es, por tanto, inexcusable que no nos hayamos preparado adecuadamente para hacerle frente.
LA LUCHA CONTRA LA PANDEMIA
¿Hay que preocuparse por los nuevos rebrotes?
No podemos restar importancia a lo que está pasando solo porque, de momento, hay menos casos graves y muertes
Una pareja de la tercera edad pasea por el barrio de la Torrassa, en L’Hospitalet, este domingo. /
Lo más visto
- El destino de Daniel Sancho se debate ahora entre la cárcel amable de Samui y la despiadada de Bangkok
- ¿Qué supermercados triunfan más en Catalunya? La 'pole position' de la gran distribución alimentaria se distancia de su competencia
- Este domingo puedes visitar el bosque del Prat que solo abre 10 veces al año
- Buenas noticias: si naciste este año, cobrarás el 100% de la pensión de jubilación
- Catalunya se encomienda a las próximas lluvias y al deshielo para dejar atrás la emergencia por sequía