Vox volvió a negar la violencia de género en el Congreso. Una airada Macarena Olona gritó que no aceptan “que se criminalice al varón, que se le haga potencial asesino y maltratador, porque no aceptamos que la violencia esté en el ADN masculino”. El argumento es aberrante y lo rebatieron el resto de los partidos, del PP a EH Bildu. Todos los que combaten la violencia de género desde la justicia, la sanidad, la policía o los servicios sociales impugnan ese discurso. Y la ONU. Pero nada de eso importa. Porque Vox se burla de la verdad. Ellos hablan a los hombres. A unos hombres en concreto. A los que están dispuestos a creer que hay un entramado nacional e internacional que les acusa de asesinos. A los que se sienten perseguidos por unas leyes que solo buscan la protección de las víctimas. Y esos hombres, no son cualquiera.

Vox habla a los machistas. Los alienta, les da coartada y les sitúa enfrente de quienes luchan contra la violencia de género. En ese combate está la mayoría de la población, pero se necesitan más y más voces de hombres que se nieguen a ser defendidos/usados por un machismo que mata.