Editorial

Un ejercicio de civismo

La Generalitat ha diseñado un plan para hacer efectivas las sanciones a quienes han burlado el gran esfuerzo colectivo de la lucha contra la pandemia

Mossos d’Esquadra realizan un control en Barcelona. / RICARD CUGAT

Llegados a la llamada 'fase de reanudación', la normalidad se impone lentamente pero con ímpetu entre la ciudadanía. Hemos dejado atrás unos meses muy complicados, con momentos ciertamente críticos y con la sensación de que no pueden bajarse los brazos ante la presencia inquietante del coronavirus y de posibles rebrotes, como ya se han dado en China, Alemania e Italia, y también, aunque controlados, en nuestro país. Es el momento, pues, de reflexionar sobre lo que ha ocurrido y de pensar en los miles de fallecidos (más de 28.300, según el último recuento del Ministerio de Sanidad) que ha ocasionado la pandemia en España. Es también el momento de exigir responsabilidades a los ciudadanos que, durante el estado de alarma, hicieron caso omiso de las instrucciones sanitarias y de las normativas impuestas por el Gobierno, y, saltándose las restricciones, incurrieron en faltas previstas en la ley de salud pública y la de protección de la seguridad ciudadana, si se demuestra que lo hicieron.