Análisis

La obediencia responsable y los posibles contagios

En un contexto de pandemia global, cabe poco margen de flexibilidad para asegurar el cumplimiento de las medidas de protección

Mossos d’Esquadra realizan un control en Barcelona. / RICARD CUGAT

El pasado 14 de marzo, el Gobierno de España decretaba el estado de alarma permitiendo la salida a quienes trabajan en sectores esenciales. Después del aparente control epidemiológico, el Gobierno empezó a relajar esas medidas tan duras de limitación de movimientos y libertades. Desde el primer día, las redes sociales, nuestros foros personales y los medios de comunicación han tenido un foco de atención en paralelo al desarrollo de la pandemia: el grado de (in)cumplimiento de las medidas impuestas y los posibles efectos en la propagación del virus.