MIRADOR

El miedo de los delanteros ante las elecciones

Si Puigdemont no se apunta una vez más el gol de la victoria quedará arrinconado; si Junqueras pierde en casa después de arrasar en las generales, ERC sufrirá un golpe durísimo

El ’vicepresident’ Pere Aragonès y el ’president’ Quim Torra. / ALBERT BERTRAN

Harto de competir con las mismas armas que su antiguo señor, y habiendo constatado que el canto del cisne de CDC consistía en una escapada para arrebatar a ERC el protagonismo independentista, Oriol Junqueras decidió frenar en seco. Que se den ellos contra el muro del Estado. El 'junquerismo' ha asumido la herencia política del 'pujolismo' posibilista, no la del 3%, mientras los posconvergentes se ven condenados a jugar en el campo del radicalismo inoperante. Los cuarteles de invierno donde ahora se encuentra el independentismo no son el mejor lugar para avanzar ni conquistar nada de nada.