Aimee Stephens se presentó ante el Tribunal Supremo de EEUU vestida con blusa blanca y americana y falda negras. Habría sido su uniforme si la funeraria donde trabajó durante seis años no la hubiera despedido al recibir su carta: “Tengo la intención de someterme a una cirugía de reasignación de sexo. El primer paso que debo tomar es vivir y trabajar como mujer durante un año”. Entre las letras de esa carta había una vida de sufrimiento y (auto)engaño. Años antes, su mujer la había encontrado con una pistola en la mano, decidida a acabar con un cuerpo que no le pertenecía. Juntas, encontraron las fuerzas.
Dos miradas
No es ajeno
El Tribunal Supremo de EEUU ha dictaminado que la ley federal que prohíbe los despidos discriminatorios también incluye la orientación sexual y la identidad de género
Manifestación del Orgullo LGTB frente al Ayuntamiento de Madrid. /
Temas
Lo más visto
- Las jugadoras del Barça se tuvieron que poner ellas mismas las medallas de campeonas
- Una madre y una hija farmacéuticas y un directivo de una empresa química, las víctimas catalanas del ataque terrorista en Afganistán
- Qué está pasando con el atún en lata y por qué recomiendan reducir el consumo
- El día que Elena Schröeder, la turista asesinada en Afganistán, salvó la vida a un hombre en la estación de Sants
- Junts pide suspender los resultados del 12M y repetir el voto exterior por "graves irregularidades"