Análisis

Una Catalunya mestiza, ¿por fin?

Tenemos problemas importantes de racismo y algunos episodios públicos solo son la punta de un iceberg silenciado

Es una buena noticia la politización creciente de jóvenes generaciones de migrantes o hijos de migrantes que sufren discriminación cotidiana

Detalle de la protesta ’Black Lives Matter’. / MANU MITRU

Las manifestaciones antirracistas celebradas en varias ciudades de todo el Estado el domingo 7 de junio fueron las primeras ocupaciones de calle importantes en la fase de desescalada. Estas se organizaron siguiendo la ola internacional de protesta a raíz de la muerte por asfixia de George Floyd en manos de un policía en Minnesota. En ese caso el impacto ha sido tan importante que se han empezado a revisar protocolos policiales y, incluso, en algunos casos se trabaja para revertir el excesivo poder que han ido acumulando algunos cuerpos policiales, ya que facilita el corporativismo y la impunidad. En las protestas que se llevaron a cabo en nuestro país se denunciaba la violencia institucional ocurrida en EEUU. Pero también servía como momento cohesionador de colectivos y singularidades que viven y luchan contra la discriminación en nuestro entorno más inmediato. En Catalunya destacan las concentraciones en Barcelona o Salt que reunieron a miles de personas.