El fútbol ha vuelto en silencio. Sin animación en las gradas, ni insultos a los árbitros, ni apoyo de la afición (de momento). Los jugadores se lamentan y se entiende: el silencio de un estadio vacío debe de ser sobrecogedor. Pero no es más que una manifestación más de esta rara época que estamos viviendo y que ha traído también enseñanzas. Ojalá el silencio sea una de ellas.
LA VIDA TRAS LA PANDEMIA
El silencio y nosotros
Esta rara época que estamos viviendo nos ha traído también enseñanzas y ojalá la ausencia de ruido sea una de ellas
El monasterio de Montserrat el 5 de abril, Domingo de Ramos, completamente vacío por el estado de alarma. /
Temas
Lo más visto
- El pantano de Talarn llega al máximo de su capacidad y empieza a desembalsar agua
- Los hipotecados podrían ahorrarse hasta 300 euros cada mes si cambian su préstamo variable por uno fijo o mixto
- La cuenta de los directivos del Barça que investiga Hacienda recibió un ingreso de 350.000 euros de una empresa que trabaja para el club
- Los embalses ya están más llenos que hace un año: las lluvias abren la puerta a levantar más restricciones
- ¿Quién es La Mosca, el narco liberado en Francia de un furgón blindado?