NÓMADAS Y VIAJANTES

Una olla a presión racial

Imagen de la protesta la noche del pasado domingo cerca de la Casa Blanca. / EFE / JIM LO SCALZO

La pandemia ha dejado de ser una prioridad para Donald Trump. Quiere olvidarse de un virus que ha contagiado a más de dos millones y matado a cerca de 115.000 personas en EEUU. Está en asuntos que considera más importantes, como su reelección. Por eso exige levantar las restricciones. Necesita poner en marcha la economía, vender un éxito de gestión y celebrar mítines repletos de fans. Pero el Covid-19 no obedece. Hay un aumento de contagios en 21 estados.