DOS MIRADAS

Sapo y paella

Ya que la pornografía tiene unos límites físicos, Nacho Vidal es ahora es "terapeuta espiritual", un negocio más adecuado a su edad y a sus prestaciones

El actor pornográfico Nacho Vidal. / ARCHIVO / EUROPA PRESS

Sigo con un interés casi enfermizo la exclusiva que Teresa Domínguez está publicando en el diario 'Levante' sobre la ceremonia esotérica que ofició Nacho Vidal y que terminó con la muerte del fotógrafo que se sometió a la inhalación de vapores de veneno de sapo, el bufo alvarius del desierto de Sonora. Ya que la pornografía tiene unos límites físicos, el famoso actor ahora es "terapeuta espiritual", que parece que es un negocio más adecuado a su edad y a sus prestaciones.