LA HOGUERA

Minneápolis, provincia de Barcelona

La protesta dice poco del compromiso antirracista de Barcelona y mucho de la distorsión psíquica de la globalización

Concentración multitudinaria en la plaza de Sant Jaume en memoria de George Floyd y contra el racismo, el domingo 7 de mayo. / MANU MITRU

Ada Colau tuiteaba el día 1 de junio lo que se espera de la alcaldesa de una ciudad azotada por el coronavirus: un llamamiento a la prudencia y la responsabilidad. Consejos como distancia de seguridad y evitar aglomeraciones, es decir, simple sentido común y no venirse arriba. Pues seis días más tarde, el 7, la misma alcaldesa Ada Colau celebraba en otro tuit unas fotos de aglomeraciones sin distancia de seguridad en la puerta del ayuntamiento. ¿Cura milagrosa? ¿Vacuna? No: las protestas contra el racismo policial de los Estados Unidos han llegado a Barcelona.