Las fronteras del virus

Oración por los contagiados por coronavirus en la ciudad mexicana fronteriza de Ciudad Juarez. / JOSE LUIS GONZÁLEZ (REUTERS)

Los inmigrantes molestan también en medio de la epidemia, y eso que nadie puede achacar esta plaga a los que vienen de cruzar una frontera para empezar con dignidad una vida al otro lado. De haber sido así, las voces del apocalipsis hubieran alcanzado el paraíso, pero no por eso van a dejar de utilizarlos. Aunque no la hayan traído, cuando el desconcierto social crece como consecuencia de la crisis, el miedo es tan fácil de contagiar como el propio virus. Solo es cuestión de definir al enemigo para que apunten contra él y la inmigración siempre emerge como una amenaza fácil que nos devuelve al dilema de la caverna que consiste en considerar al de fuera como un enemigo que debe ser eliminado.