AL CONTRATAQUE

El año que vivimos peligrosamente

Una cosa es la equidistancia y otra defender ideas propias en cada momento, y pedir adhesiones inquebrantables corresponde a otra página de la historia

Pedro Sánchez observa a Pablo Casado, en el Congreso de los Diputados, el 20 de mayo.

El otro día me preguntaron cómo será el verano del 2020 y respondí una obviedad: que aún no lo tengo claro, pero que me gustaría que fuera un verano de reencuentro. Si me hubieran preguntado por cómo creo que pasará a la historia el capítulo político de esta pandemia, ahí no tengo dudas: como la enésima demostración de que 40 años de franquismo nos legaron una derecha que aún se cree la única con derecho a mandar. Y por eso, cuando no manda, se enrabieta y la lía.