Análisis

Desconfianzas y recelos europeos

La propuesta de la Comisión, 500.000 millones no reembolsables y 250.000 millones en forma de préstamos, puede ser aceptable para los europeístas sin fisuras, pero puede alterar el pulso al frente frugal

El edificio del Banco Central Europeo (BCE), en un día tormentoso en Fráncfort. / EFE / ARMANDO BABANI

La oposición de Holanda, Austria, Dinamarca y Suecia, el frente frugal, a la creación de un fondo de reconstrucción de la economía europea de 500.000 millones no reembolsables, sus reservas a una política general de subvenciones a los estados para sacar a flote sectores sistémicos y para zurcir el pacto social, calienta un debate en el que chocan diferentes tradiciones políticas, la desconfianza de los ricos hacia los que lo son menos y el temor de los más prósperos a que las servidumbres de la salida de la crisis provocada por la pandemia contaminen sus cuentas. El patrocinio franco-alemán para la constitución de un fondo con cargo al presupuesto de la Comisión Europea hace saltar las alarmas de quienes mantienen serias dudas sobre la salud de la economía francesa y ven un riesgo cierto en las deudas externas de Italia y España. Si en otro momento el eje Emmanuel Macron-Angela Merkel hubiese sido inatacable, hoy se antoja insuficiente, y la propuesta intermedia hecha el miércoles por la Comisión está por ver si será capaz de serenar los ánimos.