Golpe de Gobierno

Presidenta Calviño

La fenomenal zapatiesta que libró a la parroquia por unos días del estado de pandemia permanente no se refiere al apoyo filoetarra, sino a la necesidad de mantener casi íntegra la reforma laboral de Rajoy

La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño. / EFE/POOL

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias pactan con Bildu, maldito sea por siempre su nombre, la derogación íntegra de la reforma laboral de Rajoy. Dado que este enunciado es demasiado largo, se abrevia en 'Pactan la derogación de Rajoy'. En efecto, esta abolición ocurrió hace exactamente dos años en el Congreso, con el concurso de los partidos citados y el estruendo reglamentario ya amortiguado. Pese a ello, la vicepresidenta enésima Nadia Calviño carga contra el acuerdo. El presidente del Ejecutivo tiene derecho a corregir las decisiones de un gabinete al que nombra y destituye. En cambio, si una subordinada desautoriza al primer ministro, se asiste a un golpe de Gobierno. Y a la consiguiente proclamación de la presidenta Calviño.