Dos miradas

8-M y la hoguera

Marcha del 8-M en Uruguay. / AP

El feminismo no mata. Vaya por Dios. Con lo afinada que quedaba la acusación del 8-M como epicentro de la pandemia. Y el informe de la Guardia Civil estaba apañadito. Pero nada, la hoguera tendrá que esperar. La lógica se impone y las pruebas se desmoronan. El informe forense del caso 8-M destaca lo obvio, las manifestaciones del 8-M no fueron peor que cualquier evento deportivo o que las noches en las macro discotecas o que el transporte público. ¿Pensamos en el metro en hora punta? Naturalmente, hubiera sido mejor que todo ello no se hubiera producido, que la alerta sanitaria hubiera saltado antes, pero esa constatación no justifica la insistencia en fijar el 8-M en la diana. Y el empeño ha existido, y no solo por parte del machismo reivindicado.