Análisis

El virus y la estabilidad

El carrusel de la política rueda desbocado. El día que aflojen, descubriremos que están todos allí mismo, un poco mareados pero donde estaban antes de la pandemia

Pedro Sánchez, en el Congreso, en abril. / POOL / ANDRÉS BALLESTEROS

Como en la presente situación de tanta gravedad es del todo imposible esperar de los políticos que recuerden las ventajas del consenso, como mínimo podrían embridar un poco -no diremos refrenar y menos aún aparcar- sus ansias por ampliar o no perder sus parcelas de poder. Hasta que en efecto empecemos a salir del túnel, la prioridad ciudadana es acomodarse a la nueva normalidad. Después ya haremos balance, pasaremos cuentas y luego acudiremos mansamente a llenar tantas urnas como convenga, que con la tanda que llevábamos los últimos años ya no vendrá de un palmo.