Los efectos del covid-19

La urgente metamorfosis hotelera

Los nuevos hoteles optimizarán su funcionamiento minimizando e invisibilizando al personal

Una mujer entra en un hotel de Barcelona. / EFE / TONI ALBIR

España es uno de los países líderes mundiales en hotelería, pero no somos muy conscientes de ello. Cuenta con unos 15.000 hoteles, con un millón y medio de camas, que permiten 350 millones de pernoctaciones anuales. Ofrece el 23% de toda la oferta hotelera de la Unión Europea. Para que se aprecie la magnitud, el doble que Italia y el triple que Francia, dos gigantes turísticos. De ahí la importancia clave de una actividad que ha sido arrollada de forma contundente por el covid-19. Un sector que además de poderoso cuantitativamente, es cualificado y ha sabido innovar e internacionalizarse. Ahora los hoteles deberán refundarse radicalmente. No solo por el descenso inmediato del turismo que va a durar años, sino también por un presumible cambio de hábitos laborales. El teletrabajo pujante nos ha descubierto la inutilidad de muchos viajes de negocios absurdos, desperdiciando tiempo y dinero, y además contaminando. Por lo que tanto el hotel vacacional sea costero o urbano, como el de negocios, sea exprés o 'boutique', deberán repensarse.