Al contrataque

Bebés en estoc

Las imágenes de un hotel ucraniano con medio centenar de bebés nos ponen ante las narices lo que esconde la aséptica expresión de 'gestación subrogada'

La mano de un bebé.

Son muchas la compañeras feministas que han denunciado con sólidos argumentos que la llamada gestación subrogada (es decir, los vientre de alquiler) no son otra cosa que una nueva forma de explotación de las mujeres y sus funciones reproductivas. Han recibido, por su posicionamiento, insultos y amenazas de todo tipo. Hasta que las imágenes de un hotel ucraniano con medio centenar de bebés unos al lado de los otros ha saltado a las redes provocando el 'shock' que no habían provocado nunca las innumerables reivindicaciones del movimiento feminista. Parecen sacadas de una distopía pero son del todo reales: nos ponen ante las narices lo que esconde la aséptica expresión de 'gestación subrogada'. Niños sin madre y encargados por catálogo. Y ellas, sin nombre ni cara ni identidad ni cuerpo ni sentimientos, no son más que los recipientes en los que se cuecen unos bebés que han venido al mundo para satisfacer el deseo de quienes están convencidos tienen derecho a explotar mujeres pobres.