Anguita: el cardenal rojo

Julio no era miope, veía a un fascista a la legua y a un criptofascista, un "asolapado", desde aún más lejos

Julio Anguita en una foto de archivo.  / EUROPA PRESS

Julio Anguita no le gustaba que le llamaran el 'Califa rojo'. No se sentía descendiente del Profeta y sus prédicas eran para este mundo; lo de rojo no era ningún estorbo , era rojo muy rojo,  según sus propias palabras. No es de extrañar que tampoco le gustara que hoy yo le llame , cardenal, pero verán. Nicolas de Chamfort  es el autor de una célebre frase: "El cura tiene que creer, el canónigo puede tener dudas, el cardenal puede ser ateo”.