Al contrataque

Nuestro modelo económico

Cestas de comida recogidas en Madrid. / EUROPA PRESS

El virus nos ha hecho estallar en la cara nuestro pésimo modelo económico. No el que teóricamente tenemos sino el que realmente nos aplican, el de la teoría oficial de que sin una libre actuación -sin trabas, con pocos impuestos- de los financieros y los negociantes los demás no podremos tener empleos con remuneración suficiente. Antes había otras ideas pero esta se ha ido imponiendo lentamente, como el calor que hace hervir el agua fría de la olla en la que las ranas creen que las quieren bañar.