EL SILENCIO DEL POLÍTICO INDEPENDENTISTA

¿Dónde está Junqueras?

Los líderes no solo deben fomentar sueños, también deben dar respuestas sobre un mañana que se presenta más incierto que nunca

Oriol Junqueras sale de la cárcel de Lledoners para trabajar en la Universitat de Vic de Manresa, el pasado 3 de marzo. / JORDI COTRINA

Está en la cárcel. Es la respuesta más obvia, después de la incomprensible decisión del Tribunal Supremo de no permitirle pasar el estado de alarma en su casa. Una decisión que no justifica, sin embargo, su silencio. No es un silencio absoluto, pues aprovechó el 14 de abril para arremeter contra la gestión del coronavirus por parte del Gobierno, apuntándose al deporte que arrasa en la política catalana: culpar a Madrid de todos nuestros males, incluidos los del coronavirus. Luego, el Primero de Mayo, llamó a afrontar la catástrofe social que se avecina. Sin embargo, ni una palabra sobre el día después político. Como no sea la apelación a las virtudes de una república catalana que sería más rápida, menos lenta y más eficiente, en la gestión de la crisis sanitaria, de lo que ha sido un Gobierno como el de Pedro Sánchez, calificado de centralista, militarista y oligopolista (sic).