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Pulso por el ingreso mínimo vital: Iglesias versus Escrivá

El ministro quiere una renta mínima permanente para familias vulnerables; el vicepresidente quiere una solución puente mientras tanto

Pablo Iglesias, en el Congreso. / JOSÉ LUIS ROCA

O una anda muy despistada, o el vicepresidente y ministro de Asuntos Sociales, Pablo Iglesias, y el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá no dicen lo mismo. 

El vicepresidente habla de aprobar de forma urgente una renta social extraordinaria de carácter transitorio, para atender a los colectivos sin ningún tipo de ingresos. Estarían aquí las personas a las que se les ha acabado toda prestación por desempleo o que subsistían en la economía sumergida, como las empleadas del hogar sin alta en la Seguridad Social. Para todos ellos, plantea Iglesias una renta individual de unos 500 euros durante tres meses, en tanto el Gobierno diseña un ingreso mínimo vital de carácter permanente. 

Y de esto es de lo que, precisamente, habla el ministro Escrivá: de una renta mínima de carácter permanente. El ministro no habla de un ingreso lineal (de 500 euros, por ejemplo), sino de completar las rentas de cada familia para alcanzar un determinado nivel. Así lo explicó Escrivá en la noche del sábado, en La Sexta, donde no precisó cuál sería ese nivel mínimo de renta pero sí cifró en un millón las familias que podrían tener acceso a ese complemento.

Se podría pensar que ambos planteamientos, diferentes, pueden ser complementarios entre sí: primero, una renta puente; luego, un ingreso permanente.

Así lo entendieron los agentes sociales en un encuentro con Iglesias este jueves, en el que también estaba Escrivá. Pero no es lo que el ministro de Inclusión transmitió el sábado en La Sexta. Y varias fuentes  admiten que hay diferencias. De nuevo, las dos almas del Gobierno. La del «escudo social» que se intenta arrogar la facción  representada por Unidas Podemos. Y la de la racionalidad económica, que se personaliza en la vicepresidenta Nadia Calviño. Al contrario que en otras ocasiones, en esta Escrivá parece en conexión con Calviño. De telón de fondo, el coste de las medidas. 

Cada vez hay más voces, incluso desde la ortodoxia económica, que abogan por una renta mínima en las actuales circunstancias que impone la pandemia. Lo ha hecho el propio vicepresidente del BCE y exministro del PP de Economía, Luis de Guindos. Retrasarlo en espera de una decisión mejor diseñada puede ser una eternidad. Y el Consejo de Ministros de este martes puede ser la reunión del desempate.