Si el riesgo que corría Emmanuel Macron en las elecciones municipales de este domingo era ya grande por razones políticas, la infección masiva de ciudadanos por el coronavirus complica aún más su apuesta, debido a que el presidente francés se ha negado a aplazar los comicios, como le reclamaban numerosas voces. Si tras la primera vuelta de las elecciones se disparan los contagios, será imposible no atribuirlo en gran parte al mantenimiento de la cita electoral y las miradas se volverán contra el presidente, a quien se responsabilizará de lo sucedido.

 Macron afrontaba ya las municipales con escasas esperanzas porque su partido, La República en Marcha (LREM), creado de aluvión para respaldar al presidente, apenas tiene implantación local porque no existía en las anteriores elecciones del 2014 y en menos de tres años ha sido incapaz de anclarse en el territorio. Este es uno de los motivos que explican las pocas posibilidades del LREM en estos comicios, después de que ya perdiera el pulso frente a la ultra Le Pen en las europeas del 2019, y en contraste con su éxito en las presidenciales del 2017. El otro motivo es la bajada de popularidad del presidente debido a la controvertida reforma de las pensiones, inevitable pero mal explicada, que al final ha tenido que aprobarse por decreto, sin debate parlamentario.

Otra novedad de estas municipales es que parece seguro el retorno de la vieja confrontación izquierda-derecha, después de unos años en que se enfrentaron macronistas y lepenistas o liberales y populistas, condenando casi a la desaparición a los partidos tradicionales, Los Republicanos (LR), de derechas, y el Partido Socialista (PS). Estas dos formaciones son todavía fuertes en los grandes municipios y los pronósticos les son favorables para conservar las ciudades. Este domingo, en todo caso, se celebra la primera vuelta y habrá que esperar para sacar conclusiones a la segunda del día 22, a la que acceden las listas que superan el 10% de los votos. Ahí serán decisivas las alianzas que se puedan formar entre los partidos. Por ejemplo, en París, donde tres listas se disputan la alcaldía en manos de Anne Hidalgo.