La clave

ERC y los negociadores invisibles

Los republicanos protagonizan las conversaciones de investidura frente a otros potenciales socios del PSOE

Sánchez está sudando la camiseta para llegar a un acuerdo e Iglesias se mantiene en segundo plano, sin brillar

Adriana Lastra (PSOE) y Gabriel Rufián (ERC), el pasado junio en el Congreso de los Diputados. 

En estos últimos días se extiende entre un buen puñado de diputados la sensación de que son actores de segunda y de que sus escaños, tan imprescindibles para que Pedro Sánchez sea presidente como la codiciada abstención de ERC, no cotizan en el mismo mercado político. Ni siquiera los diputados de Unidas Podemos, llamados a ser parte del primer gobierno de coalición de izquierdas de la era democrática, logran brillar. Los contenidos de ese acuerdo que los morados ultiman con el PSOE, donde se marcan los ejes para los próximos presupuestos del Estado y está previsto que se incluyan medidas de calado, se oculta en un discreto cajón.  Ara no toca.

La compleja negociación con los republicanos lo eclipsa todo. Y a todos. Este miércoles, la socialista Adriana Lastra se levantó de la reunión con Teruel Existe al ser reclamada desde Moncloa para perfilar el documento con el que se responder a la última propuesta de Esquerra, centrada básicamente (aunque no solo) en la futura mesa de diálogo. ERC está logrando que Sánchez y los suyos suden la camiseta, hay que reconocérselo, y que Catalunya, los presos y Carles Puigdemont vuelvan a primera línea de actualidad aprovechando las conversaciones sobre la investidura. 

La sentencia emitida por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) incrementa la sensación de invisibilidad -y de nerviosismo, claro- de los otros negociadores y otorga a los republicanos más fuerza, esperanzas y protagonismo en una negociación que, de momento, han congelado. Al menos, oficialmente. Tienen congreso este fin de semana; muchas intervenciones públicas que hacer reclamando libertad para Junqueras y bastante menos prisa, parece, que los socialistas por cuadrar el círculo de la gobernabilidad.

Con mucho ruido de fondo, ERC insta al Gobierno a mojarse sobre la «inmunidad» reconocida a su jefe a través de la Abogacía del Estado (ojo, no de Fiscalía) para retomar calendario. Los demás, esperan. Invisibles.