Igualdad

Hijas de Woolf

Un cánon de parte nos ha impedido valorar, en su justa medida, a muchas mujeres que marcaron un antes y un después en su época

Instalación por primera vez en la historia de la Universitat de Valencia del cuadro de una mujer, Olimpia Arozena, una de las primeras profesoras de la institución. La obra ha sido realizada por la pintora valenciana Susana Roig Hervas.   / MIGUEL LORENZO

Me preguntaba, en la presentación de 'Germanes de Shakespeare', cómo vas a saber que eres capaz de hacer algo si ninguna otra mujer lo ha hecho antes que tú. La afirmación vale también para ellos, pero resulta que a los hombres, a estas alturas, pocas cosas les quedan por hacer por primera vez. Las 20 biografías de 20 mujeres del siglo XX nos muestran lo que la Historia (con mayúsculas) nos ha querido ocultar: cómo vivían las mujeres, cómo el contexto modificaba sus destinos, qué hacían con su talento, a qué destinaban su energía para combatir las injusticias o las desigualdades.

Un canon de parte nos ha impedido valorar, en su justa medida, a muchas mujeres que marcaron un antes y un después en su época. Y eso, finalmente, condiciona a las generaciones que vienen detrás. Sin referentes es mucho más difícil construir las identidades y los colectivos. Y las referentes existieron: silenciadas, olvidadas, menospreciadas. Pero existieron. Lo que hace Pilar Godayol en 'Germanes de Shakespeare' es reivindicar la figura de muchas de ellas. No solo como creadoras. Las vidas de todas son importantes para comprender, finalmente, por qué fueron lo que fueron, cómo intentaron vivir sin traicionar sus ideales, adónde las llevaba su ambición o por qué muchas acabaron suicidándose. Si el feminismo, si la sororidad no nos permite poder acercarnos a la vida de otras mujeres para analizarla, entenderla y devolverla al lugar qué merece, estamos perdidas.

El libro tenía mucho sentido en su primera edición, pero quizá la comunidad lectora no pudo apreciar —como hacemos hoy— la importancia de las veinte vidas que se nos presentan. Hoy, a punto de acabar el 2019, con las calles movilizadas, las casas politizadas y el acceso a la información, 'Germanes de Shakespeare' tiene todavía más sentido. Estas veinte mujeres se vieron en la obligación de decir la verdad acerca de sus vidas, pero no se las entendió. Ahora depende de nosotras que las mujeres del futuro no tengan que pagar un precio tan alto por lo mismo.