Tribuna

Es momento de serenidad y de altura política

La violencia en las calles no es tolerable en ninguna de sus formas en una sociedad democrática como la catalana

zentauroepp50433604 maria titos191016204108 / MARÍA TITOS

La dureza de las condenas del Tribunal Supremo a los y las líderes independentistas ha producido un incremento de la crispación política y social que se ha manifestado en un proceso de movilizaciones y declaraciones políticas. Nos preocupa mucho que, en algunos casos, hayan perdido la perspectiva y el 'seny'.

La violencia en las calles no es tolerable en ninguna de sus formas en una sociedad democrática como la catalana. Condenarla es la única posición pública decente. Las declaraciones políticas que llaman a la crispación, intervención y represión por parte de algunos políticos son totalmente reprobables y agravan aún más un conflicto duro que necesita distensión y espacios para la solución consensuada.

La indignación ante esta sentencia genera respuestas diferenciadas en función de las prioridades políticas. No tienen intereses idénticos las personas que participan activamente en el proyecto político que quería lograr la independencia de Catalunya que las personas preocupadas por condenas que ponen en cuestión la libertad de manifestación, y que condenan a prisión a políticos y líderes sociales tantos años como a asesinos o violadores. CCOO organiza sindicalmente, y con orgullo, personas con unos y otros intereses.

La respuesta del independentismo tiene un calendario de movilizaciones que todo el mundo debe poder entender y respetar mientras se mantenga el civismo y el carácter pacífico de las movilizaciones de estos años.

La sociedad civil organizada, en la que CCOO juega un papel importante como primera organización social del país, tiene la responsabilidad de construir un espacio de intersección entre independentistas y la gente no independentista que se siente concernida por la sentencia. Hay que canalizar la indignación en un espacio de reivindicación ante la esfera política e institucional para que encaren este conflicto con altura política y trabajen un consenso entre diferentes. Tienen la responsabilidad de iniciar un camino de solución a un problema que dura demasiados años y que arrastra, con sus bloqueos institucionales, las políticas que deben dar respuesta a una ciudadanía rota por la pobreza, la precariedad y la desigualdad social.

Desde el lunes, esta situación tiene un problema añadido, que es encontrar los mecanismos legales para devolver la libertad a los condenados a prisión. Ya es una parte del todo en la resolución del conflicto.

Las organizaciones de la sociedad civil comenzamos a construir este puente de entendimiento con un carril muy ancho para que quepan todas aquellas personas que quieren una solución política negociada, con el manifiesto que acordamos el lunes y que ya tiene el apoyo de más de 430 entidades.

Seguiremos trabajando para consolidar este espacio para que pueda ayudar a recuperar la normalidad política, institucional y social, dando estabilidad a nuestra convivencia y sobre todo respuestas a las personas más vulnerables que, cada día más, necesitan del normal funcionamiento de la estructura institucional del país.

CCOO de Catalunya pedimos compromisos en el ámbito catalán, pero también exigimos a los partidos e instituciones de carácter estatal que no se equivoquen en la lectura del conflicto. No se resuelve ni por intervención unilateral ni por omisión. Esto nos llevaría a una peligrosa involución democrática.

Solo existe una vía posible, la negociación y un acuerdo político que consensúe la forma legal para devolver la libertad de los presos, que profundice en el desarrollo del marco de autogobierno en Catalunya y que establezca los mecanismos para garantizar la votación de los catalanes en la formulación de una propuesta territorial. Esta propuesta ya la hicimos el 10 de octubre de 2017 y aún sigue vigente.