El debate del tabaquismo

Gobernar a golpe de titular

La propuesta de prohibir el consumo de tabaco en las terrazas al aire libre ha caído como un jarro de agua fría en el sector de la restauración

Terrazas en la plaza Reial. / JORDI COTRINA

La noticia de que estudia prohibir el consumo de tabaco en las terrazas al aire libre cayó como un jarro de agua fría en un sector que últimamente no gana para disgustos (el conflicto de las terrazas en la ciudad de Barcelona todavía colea, a la espera de que la entrada del PSC en el gobierno municipal suponga un verdadero cambio de rumbo). He aquí el primer reproche que debemos hacer al Departament de Salut: no haber tenido la cortesía institucional de compartir el contenido de la medida con el principal sector afectado, la hostelería. El diálogo entre el ejecutivo de Quim Torra y las entidades, tan intenso en otros ámbitos, es siempre deseable y, cuando se entabla desde la lealtad, conduce a la aprobación de normas muy depuradas desde el punto de vista técnico. Sorprende que hayan pasado los días y que, a pesar del eco que ha tenido la queja de los restauradores y de la petición formal que el Gremi de Restauració le ha hecho llegar, la 'consellera' de Salut no haya tenido tiempo para dirigirse a los hosteleros.     

Sin embargo, la posición del Departament de Salut no es del todo sólida y esta misma semana ha priorizado la subida del precio de la cajetilla por encima de otras medidas. Expertos en salud pública y decenas de sociedades científicas sostienen que encarecer el tabaco es el instrumento más contundente para reducir de forma drástica su consumo. No parece muy responsable que se anuncie una medida de tal calibre, sabiendo de antemano que alarmará a un sector muy concreto, sin que antes haya sido suficientemente estudiada desde todos los puntos de vista. ¿O es que el departament de Salut puede desentenderse de las más de 300.000 personas que trabajan en el sector de la hostelería en Cataluña? Si se van a poner en cuestión estos empleos, ¿no debería intervenir el Departament d’Empresa i Coneixement y, en la medida de lo posible, proponer medidas alternativas? Visto lo visto, parece más una ocurrencia que una resolución adoptada de forma consciente.  

Más allá de las formas, preocupa el fondo: alegan un supuesto incumplimiento de la legislación vigente. El grado de dicho incumplimiento varía sospechosamente de un medio a otro, por lo que convendría hacer público el susodicho informe. En cualquier caso, y dado que el marco normativo actual es adecuado, lo lógico sería exigir y garantizar que la norma se cumpla. No porque algunos conductores infrinjan los límites de velocidad se prohíbe que los coches circulen.

¿Debemos combatir el tabaquismo -en general, todas las adicciones? Por supuesto. ¿Debemos para ello hundir el sector de la restauración? Pues mire, los restauradores no estamos de acuerdo: existen otras formas de atajar el problema. ¿Es adecuado anunciar medidas polémicas aun cuando no han sido estudiadas ni valoradas adecuadamente? Es evidente que no. A pesar de ello, el compromiso del sector que represento con la promoción de la salud es absoluto, por lo que confiamos trabajar y consensuar con la Generalitat una norma que avance en esta línea sin lesionar innecesariamente a la hostelería.

*Director del Gremi de Restauració de Barcelona.

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