Editorial

El transfondo de una huelga

El profesorado lleva demasiados años en condiciones complicadas, sin el apoyo institucional necesario para resolver la situación

Manifestación de profesores catalanes en Barcelona. Los docentes reclaman a Educació restablecer el horario lectivo de 18 horas en secundaria y 23 en primaria. / JORDI COTRINA

Nueva jornada de huelga del profesorado de la escuela pública en Catalunya. La falta de acuerdo con el Govern llevó a los principales sindicatos a convocar otro paro. La demanda se centró en recuperar las condiciones laborales anteriores a los recortes. Restablecimiento del horario lectivo, mejora de ratios y consolidación del personal interino son algunas de las peticiones. Según ha denunciado CCOO, el Departament d’Educació ni siquiera llegó a presentar "ninguna propuesta para el profesorado" en la negociación.

A pesar del amplio acuerdo en la convocatoria, la huelga tuvo escaso seguimiento. La fatiga y la parálisis marcan el conflicto. Por un lado, un Govern mermado por sus contradicciones, incapaz de presentar presupuestos ni de conseguir apoyos para legislar y lastrado por la falta de liderazgo. Por otro lado, un profesorado cansado, con demasiados años de tirar adelante en condiciones realmente complicadas, sin encontrar el apoyo institucional necesario para resolver una situación que hace mucho que debería haberse revertido. Los recortes tuvieron un indiscutible sesgo ideológico y siguen sufriéndolos los mismos. La fatiga de unos y la incompetencia de otros repercute en un alumnado y unos padres que, desde la comprensión, viven el conflicto con evidente preocupación. Al fin, se trata de marcar prioridades, invertir e impulsar la escuela es imprescindible para una sociedad que quiere combatir la desigualdad. Sin educación pública de calidad no hay democracia de calidad.