Teatro reparador

Las hermanas Peya

Su generosidad en 'Suite TOC núm 6' es desmesurada. Porque no se protegen, porque se muestran en su complejidad, porque no les importa quedar expuestas... o sí, pero eligen mostrar la vulnerabilidad

Clara Peya, en una escena de ’Suite TOC núm. 6’, su montaje más personal. / ELISENDA PONS

Hace unos días pude ver en la Sala Beckett la obra de Les Impuxibles, 'Suite TOC núm 6', de las hermanas Peya, y todavía estoy asimilándola. La salud mental se desdibuja cuando te la cuenta quienes padecen un sufrimiento mental excesivo. La obra, su representación, el texto, todo te conduce a relativizar lo que hemos conocido como trastorno, y todos los prejuicios que acompañan a las enfermedades mentales.

En 'TOC' humanizan a la persona que padece excesivamente. En primer lugar, porque cuando alguien no se comporta dentro de los parámetros que alguien ha decidido que son los normales, a menudo se le acaba considerando una mala persona, porque unos intentan adaptarse a los límites de lo normal, y los otros quieren cambiar a quien tienen delante y no saben cómo tratar.

Humaniza el trastorno, humaniza a la persona que lo sufre, humaniza todas sus relaciones, humaniza todo lo que rodea a la salud mental, que a menudo quedan estigmatizados de por vida. Pero en la obra no se olvidan tampoco de quien acompaña todo el proceso: las curas ilimitadas, el espacio que ocupan unos y otros, el sentimiento de culpa, gestionar las emociones propias y ajenas, saber detenerse.

La generosidad de las hermanas Peya en esta obra es desmesurada. Porque no se protegen, porque se muestran en su complejidad, porque no les importa quedar expuestas... o sí, pero eligen mostrar la vulnerabilidad. Y acaba siendo una obra reparadora: supongo que para ellas, pero también para quienes la hemos podido disfrutar.

El texto, complejo, lleno de matices, del llanto a la carcajada, no se olvida de ponernos contra las cuerdas como sociedad, cuestiona la cordura de los que no tienen problema con encajar. Y lanzan una pregunta: ¿es peor estar loca que estar loco? No se olvidan de la perspectiva de género, del impacto de género del sufrimiento y del comportamiento de los demás. De las diferencias que hay entre ser un hombre y una mujer: también en el trastorno, también en el arte. Gracias.