Dos miradas

Dímelo a la cara

Que las mujeres que acompañan a Casado, Suárez Illana o Abascal nos digan que no sabemos lo que llevamos en el vientre, que nos llamen neandertales a la cara

Aznar, junto a la presidenta del PP valenciano, Isabel Bonig (a la izquierda), este miércoles, en València. / MIGUEL LORENZO

Vamos, dímelo si tienes huevos/cojones/pelotas/bolas. Salimos a la calle y me lo dices así, a la cara. A ver quién se va antes con el rabo entre las piernas. Porque yo, de derecha cobarde, nada. Y derechita, menosde derecha cobarde, nada, que suena a mariquita, y eso no te lo consiento. Para macho, yo. Yo y mis chicos. Esos muchachotes que ahora andan poniendo en vereda a las mujeres. Porque, ya se sabe, si no las atas corto, acaban creyéndose las dueñas de sus cuerpos. Y si se creen que son libres, se nos desmonta todo. ¡A ver cómo se aguanta el sistema sin las mujeres cuidando gratis a todos los inútiles! Entendiendo por inútiles a los no productivos, claro, dicho con todo el respeto del mundo, que los de derechas somos muy respetuosos. Pero hay que tenerlo claro. No hay presupuesto para atender como Dios manda a viejos, niños y tullidos. Esto del neoliberalismo no da para tanto. ¡A ver si ahora vamos a cambiar el mundo! Nada, de sus úteros hablamos nosotros, los hombres, acabáramos. Ellas, a parir y a cuidar. La maternidad les toca, pero sin decidir. Son eso, receptáculos. Las mujeres de la derecha lo tienen claro. ¿Las has oído hablar del tema? La mayoría, chitón. Quien calla otorga. Porque será eso, ¿no? Y, si no, que lo digan a la cara. Que hablen...

Pues eso, que las mujeres que acompañan a Pablo Casado y Adolfo Suárez Illana, también a Santiago Abascalnos digan que no sabemos lo que llevamos en el vientre. Que nos llamen neandertales a la cara.