IDEAS

Te echo de menos

El escritor Manuel Vázquez Montalbán. 

Lo del título nada tiene que ver con la mítica canción de Kiko Veneno sino con un sentimiento que me acompaña desde hace 15 años, cuando falleció, pero evidenciado de manera obsesiva en los últimos días: echo mucho de menos a Manuel Vázquez Montalbán. A pesar de su timidez y seriedad siempre era muy enriquecedor entrevistarle. Lo hice en varias ocasiones, compartí comidas, rodajes, viajes e incluso llegué a ser su chófer particular durante un día. Pero por encima de todo, le echo de menos como lector. Pagaría lo que fuera por leer sus columnas diseccionando lo que ocurre en Cataluña en los últimos tiempos. Pero mi creciente añoranza surge porque algunas editoriales han decidido recuperar sus obras. Visor se ha animado con 'Poesía completa. Memoria y deseo 1963-2003', el Ayuntamiento hizo lo propio con Barcelones, y Anagrama ha publicado 'Galíndez', con prólogo de Manuel Vilas.

Por cuestiones profesionales he releído este libro que no había vuelto a leer desde su publicación en 1990, y he confirmado lo que ya sabía: Montalbán es un escritor fantástico, y lo vuelve a demostrar en esta novela histórico/política, que recrea el asesinato de Jesús Galíndez en 1956 a manos de la dictadura de Trujillo. Deslumbra su talento para diseccionar el pasado, su rechazo al maniqueísmo, su apuesta por los grises y su capacidad visionaria. Porque en Galíndez se evidencia de nuevo el nulo interés de los Estados por trabajar la memoria histórica. Que hubiera que esperar más de 30 años a que alguien escribiera sobre este político del PNV exiliado, secuestrado, torturado y asesinado, es el mejor ejemplo. Cuentan que en unos meses aparecerá 'El pianista', y ojalá que 'Los alegres muchachos de Atzavara' y toda esa imprescindible producción literaria que en parte quedó solapada por el descomunal éxito de su serie policiaca. Por cierto que el 15 de enero Carlos Zanón cumplirá con el encargo de escribir una continuación. Ya he leído 'Carvalho, Problemas de identidad' (Planeta). Y solo les adelanto dos cosas: que Biscuter vivirá una experiencia muy televisiva y que puedo imaginarme a Pepe- Montalbán- Carvalho quemándola en su chimenea con una sonrisa en los labios.