Recomiendo un paseo por el Pier 01 de Barcelona Tech City. Es un presente que ya tenemos. Un verdadero activo para la ciudad y para Catalunya. Emprendedores e inversores se combinan y conviven por las plantas del viejo y remodelado edificio portuario. Se trata de un ecosistema que en breve crecerá con nuevos 'hubs' especializados, como el destinado al 'blockchain'. Y más que vendrán, porque la demanda es creciente.
Todo ello ha crecido gracias al empuje de emprendedores autóctonos y foráneos que han encontrado en la capital catalana el caldo de cultivo para comenzar sus proyectos y prosperar. Unos nacen, se desarrollan y acaban yéndose a otros sitios porque necesitan más espacio, como fue el caso de Holaluz, fundada por Carlota PiHolaluzCarlota Pi, Oriol Vila y Ferran Nogué.
Otros siguen en el Pier 01, pero tienen otras oficinas porque no paran de expandirse, como Tiendeo, del que las gemelas Eva y Maria Martín son cofundadoras. Y Mypoppins, del que Aleix de Castellar es uno de los fundadores, que ha multiplicado su plantilla y actividad en apenas dos años. Otros están justo empezando y aprovechan este ambiente para empaparse de creatividad e innovación.
Todo esto ya lo tenemos. Y, como diría el emprendedor e inversor Carlos Blanco, «a pesar de nuestros políticos». Imaginemos dónde se podría llegar con mucho más respaldo del actual o una normativa más adecuada para el desarrollo de este tipo de negocios y de la innovación. En este sentido, esperemos que la futura ley de 'start-ups' anunciada por el Gobierno de Pedro Sánchez no quede en saco roto y así podremos seguir dando estos paseos por algo que es ya presente y tiene toda la pinta de acabar siendo futuro.