¿Cómo se ve el mundo desde ahí? Entre los árboles de Montjuïc. Mirando el mar y Barcelona. Viviendo entre plásticos y basura. Calentando comida en un camping gas. Echando los dados cada día, cambiando de papel según el azar. Víctima. Verdugo. Salvador. Superviviente. ¿Se puede ser todo a la vez? Se puede. Porque un rostro engendra el otro. De la miseria nacen todos los males. Y de la desigualdad, el mal.

¿Cómo se ve el mundo cuando la mirada está aún impregnada de la tierra que abandonaste? Ese papel secante que consumía tus sueños. ¿Acaso no tenías derecho a luchar por ellos? Y viniste. Y habitas en la montaña vigía de la ciudad. Desde ella la han controlado, desde ella se ha defendido. ¿Cómo se ve el 21-D entre sus árboles? ¿Cómo se interpretan las voces airadas? ¿Cómo se entienden los lamentos y las exigencias de esos que viven en el asfalto?

Quizá no has salido del Poble Sec o del Raval. O quizá has llegado a las calles ordenadas engalanadas de Navidad. ¿Has visto la Pedrera? Este año estrena iluminación. Un puñado de palabras cuelgan de sus balcones: Igualdad. Comprar. Amor. Comprar. Honestidad. Comprar. Pasión. Comprar. Felicidad. Comprar. Respeto. Comprar…  Una patada en pleno centro comercial. La han diseñado estudiantes de la escuela Elisava. Apenas unos años mayor que tú. Ellos denuncian los excesos. Tú te hundes en la carencia. Pero, al menos, ahora ya puedes ver tu sueño. Entre los árboles de Montjuïc.