Me pide un amigo, tirando supongo de tanto 'Frankenstein', que le recomiende una novela sobre robots o autómatas. Sobre seres artificiales, dice, de forma que pueden incluirse las variantes que van del 'cyborg' a la criatura de Mary Shelley, y del androide y la inteligencia artificial a la muñeca sexual más o menos tecnológica. Parece imposible abarcar tanto, así que pido que concrete y, mientras espero, ya le estoy mandando portadas de dos recopilaciones clave, 'El rival de Prometeo. Vidas de Autómatas Ilustres', a cargo de Sonia Bueno y Marta Peirano (Impedimenta), y 'Las otras. Antología de mujeres artificiales', lanzado este año por Teresa López-Pellisa (Eolas). Gracias a ellos, tiene camino libre a los clásicos y sus relecturas, de las Pandoras y Galateas a la Olimpia de 'El hombre de arena' de Hoffman o 'La Eva futura' de Villiers de l’Isle-Adam, y de 'Yo, robot' y 'El hombre bicentenario' de Asimov, con sus insuperadas leyes sobre robótica, a 'Blade Runner' y el original '¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?' de Philip K. Dick.
¿Respuesta de mi amigo? Todo eso lo controla, incluidos el 'R.U.R.' de Čapek, la 'Ciberíada' de Lem y las mil y una 'Metrópolis' del cine. Quiere algo más moderno o cercano.
Un amigo me pide que le recomiende una novela de robots o autómatas. Le inflo el whatsapp a títulos pero al final me pide uno solo, mi favorito
Le inflo el WhatsApp a títulos: para clones y con clase, 'Nunca me abandones' de Ishiguro; con humor y posmoderno, el Marvin de la 'Guía del autoestopista galáctico' de Douglas Adams; de autor español, la trilogía que Rosa Montero inició con 'Lágrimas en la lluvia' y remata estos días con 'Los tiempos del odio'; en catalán, 'La mutació sentimental' de la gran especialista Carme Torras; en cómic, el 'Astro Boy' de Osamu Tezuka y...
Nada. Dice que quiere un título, uno solo, mi favorito, el que yo leería ante el inminente advenimiento de la ‘robolución’. Me paso días pensando, no soy una máquina y no elegiré el ideal. Mi predilecto es apenas de 'cyborgs', nunca saldría en una lista estándar, no creo que presagie nada. Pero es brutal, enorme, fabuloso, un clasicazo sobre cómo un humano se convierte en máquina, en este caso de venganza. Le envío el wasap: 'Las estrellas, mi destino', de Alfred Bester (en su día fue 'Tigre, tigre'). Hay una preciosa edición en Gigamesh, cubierta estelar de Corominas. Que ustedes lo ‘jaunteen’ bien.