CITA CULTURAL

Octubre libresco

Me pregunto para cuándo un gobierno central preocupado por la lectura, que invierta dinero en campañas que recuerden la necesidad de pensar

Ambiente en Barcelona durante la pasada ’diada’ de Sant Jordi.   / RICARD CUGAT

Durante años se creyó que Cervantes había nacido el 7 de octubre. Luego se dijo que fue el 29 de septiembre, día de San Miguel, razón por la cual le bautizaron con ese nombre. Apenas hay pruebas documentales, así que la polémica continúa. Don Miguel acaba de cumplir 471 años.

Por Cervantes se declaró Día del Libro el 7 de octubre. Fue en 1926, por real decreto firmado por Alfonso XIII, pero ya llevaba tres años celebrándose en Barcelona y uno en Madrid. Hubo polémica. Algunos preferían la primavera, época más propicia para actividades al aire libre. Otros creían una bobada celebrar un nacimiento que no era seguro. El gremio de libreros lo aprovechó, sacó los libros a la calle, los vendió con descuento. Un Sant Jordi antes de Sant Jordi. Les fue bien y repitieron al año siguiente. En 1930 la fiesta se trasladó al 23 de abril y se hizo coincidir con el día del patrón de Catalunya. Otro día felizmente cervantino: el autor del Quijote murió el 22 de abril y fue enterrado el 23, misma fecha -aunque de calendarios diferentes- en que murió William Shakespeare. Todo era propicio para que la Unesco terminara declarando el 23 de abril Día Internacional del Libro. Los libreros se quejaron: les parecía que la fecha estaba demasiado cerca de fin de mes para pretender buenas ventas.

Las celebraciones otoñales del libro continúan bien vigentes. En Barcelona tenemos la magnífica Fira del Llibre d’Ocasió Antic i Modern que cada año toma durante 15 días el Passeig de Gràcia. Lleva 67 ediciones. Pasear por sus casetas es uno de los mayores placeres que depara el otoño en la ciudad. Y tenemos el Liber: la cita profesional que pasa revista al sector y se formula preguntas incómodas. Este año nos han contado que solo un 30% de la población lee habitualmente. Me pregunto para cuándo un gobierno central preocupado por la lectura, que invierta dinero en campañas que recuerden a la población la necesidad de pensar, de entender, de conocer: de leer. Feliz octubre libresco.