DOS MIRADAS

Franquismo

Agarrarse a un pasado de ignominia para no afrontar el futuro solo perpetúa la parálisis

zentauroepp42904924 graf2955 barcelona 13 04 2018 el presidente de la c mara180413180018 / EFE / Quique Garcia

Huérfano de líderes, cercado judicialmente e incapaz de llegar a un acuerdo de gobierno, el independentismo trata de mantener la hegemonía del discurso. Con el suelo tambaleándose a sus pies, resulta imposible ofrecer algo sólido y solo queda el gaseoso mundo de las emociones: la difamación del adversario. Los que antes se autodenominaron defensores de la democracia ahora se erigen en libertadores del franquismo. 

El franquismo fue una dictadura. Lo que ahora sufrimos es una democracia en plena involución autoritaria, no ajena a lo que ocurre en el resto de Europa. ¿Una regresión preocupante? Mucho. Por ello no admite la banalización. Roger Torrent utilizó un homenaje a los represaliados por el franquismo para vincularlo al procés. Los partidos que no se prestaron a la burda manipulación fueron atacados por los agitadores habituales: quien no acude a un acto contra el franquismo es porque lo defiende. 

Acusaciones

¿Es creíble acusar a los socialistas, perseguidos en la dictadura e impulsores de la memoria histórica, de cómplices del franquismo? ¿Son fascistas los más de un millón de ciudadanos que votaron a Arrimadas? Quien así lo cree no entiende la realidad. ¿Revisamos los alcaldes franquistas que rescató CiU?

Desde la cárcel, Junqueras ha sido diáfano: "Déjense de gesticulaciones" y apuesten por un "proyecto inclusivo e integrador". Agarrarse a un pasado de ignominia para no afrontar el futuro solo perpetúa la parálisis.