Es tan absurdo que sería cómico si no nos hubieran robado a manos llenas. Al fin, el máster de Cifuentes puede ser la gota que acabe ahogando al PP en el pozo ciego en el que pugna por mantenerse a flote. Esa gota ínfima, ridícula, tan innecesaria como delatadora de un partido que tomó España por cortijo y sus tierras como tablero de juego… y de batalla.
En la Comunidad de Madrid, el PSOE ha presentado una moción de censura que secundará Podemos. Ciudadanos no se suma, lo que la convierte en inútil, y propone una comisión de investigación que es aquel artefacto que sirve para hacer ver que hacemos algo mientras dejamos que pase el tiempo según nuestra particular conveniencia. Y eso es, precisamente, lo que parece estar haciendo Ciudadanos con el PP: dejar que pase el tiempo. Que la fruta caiga por su propia podredumbre. Y también por su incompetencia para calmar las aguas nacionales, algo que los sectores empresariales no perdonan tanto como la corrupción.
Entretodos
Mientras unos se descomponen y otros van y vienen y parece que no acaban de encontrar su lugar, Ciudadanos deja que le escriban el relato. Al fin, se posicionará como el partido de orden, capaz y limpio de podredumbre. No es mucho, incluso es tan poco que puede serlo todo, también lo malo, pero saben que España está mareada, cansada y soliviantada. Se presentará como el político gestor. Y eso da miedo, porque llega cargado de la peor ideología: la que se calla.