EDITORIAL

Inteligencia Artificial: Perpetuar esquemas o reformarlos

Llega el momento de plantearse desde problemas éticos hasta la utilización de algoritmos que perpetúan roles y prejuicios

Prueba de robot camarero de una empresa turca, Akin Robotics.  / Getty / Chris McGrath

La aparición de la Inteligencia Artificial como una tecnología disruptiva -es decir, que anuncia no solo un cambio de modo de producción o de relación social sino la llegada de una nueva era para la humanidad- no es un asunto reciente. Pero parece, cuando los avances son cada día más rotundos y complejos, que ha llegado el momento de plantearse problemas que van desde la ética (en relación a los robots) hasta la incidencia que tendrá la robotización en el mercado de trabajo, pasando por la utilización de los algoritmos matemáticos a la hora de perpetuar determinados roles sociales y prejuicios raciales y sexualesroles sociales prejuicios .

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Aunque suene a ciencia ficción, la verdad es que muchas de estas cuestiones ya están sobre la mesa, como ha advertido hace poco la Declaración de Barcelona, firmada por expertos científicos de todo el mundo para evaluar el desarrollo adecuado de la Inteligencia Artificial y la necesidad de poner a las personas por encima de las máquinas.

El 'big data' y la concreción del uso de la información responden a unos criterios muchas veces dominados por la llamada “testosterona digital”, que no dejan de reproducir esquemas sexistas en los sistemas que gobiernan nuestras vidas. Tomar conciencia de ello es avanzar en un futuro en el que se debatirán asuntos morales de gran trascendencia, en los cuales hoy todavía estamos a tiempo de incidir para que la nueva civilización sea más justa y se rija por valores humanistas.