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Bancos Amundsen y Bancos Scott

Los dos exploradores llegaron al Polo Sur pero con una diferente concepción del risgo: uno regresó y el otro murió en el camino de vuelta

José Sevilla, consejero delegado de Bankia, en una foto de archivo. / REUTERS / JUAN MEDINA

Semana bancaria por todo lo alto. Uno tras otro, y hasta el viernes, 2 de febrero, los grandes bancos presentan sus cuentas del 2017. Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankínter, se adelantó y el jueves pasado anunció 495 millones de beneficio, un 1% más que el año anterior, pero con aumentos de todos los márgenes. Ayer lunes, tomó el relevo Bankia, la entidad que presideBankia José Ignacio Goirigolzarri. También ganó un 1,4% más que en 2017, 816 millones, aunque a diferencia de Bankínter sus márgenes bajaron.

Este miércoles será el turno de Ana Botín (Santander), el jueves el de Francisco González (BBVA) y el viernes cerrarán la ronda Jordi Gual (Caixabank) y Josep Oliú (Sabadell). Salvo sorpresa descomunal, los resultados serán buenos en general, a expensas de escarbar en los números pequeños para comprobar la calidad de los beneficios y cómo se originan.

Las cuentas de los bancos constatarán que las entidades financieras españolas ya han dejado atrás la crisis y, sobre todo, que el negocio bancario es muy diferente del de antes de la crisis. Francisco González (FG), abanderado de la transformación digital transformación digital, explica que en el BBVA "los clientes digitales aportan 2,4 veces más margen que los convencionales". FG, sin duda, tiene razón y los números pueden ser parecidos en las demás entidades.

El verdadero gran cambio en la banca, sin embargo, ha consistido en que, en una época de tipos de interés por los suelos, las entidades financieras han trasladado el negocio al cobro de servicios, es decir, al incremento de las comisiones. Bankínter ganó 495 millones en 2017, de los que 423 procedían del cobro de comisiones y 824 millones y 802 en el caso de Bankia.

Fondos de inversión

Proporciones similares se esperan en el resto de entidades. Los bancos han logrado, con éxito, no solo no retribuir a sus clientes depositantes, sino convencerlos para trasladar su dinero a fondos de inversión, por cuya gestión les cobran comisiones, hasta ahora más o menos explícitas y, en teoría, desde el 1 de enero, más explícitas. Y hay muchos fondos, teóricamente, seguros, que apenas rinden, pero generan ingresos para el banco. Ese es el gran cambio que ha llegado para quedarse.

Los bancos españoles, por otra parte, están saneados, aunque conviene no olvidar, como recordaba Aristóbulo de Juan, los activos improductivos que, en la práctica, son un coste. Y también es muy sugerente el planteamiento de Luis Alfonso López García, inspector de Banco de España durante 23 años, que en su tesis doctoral, establece una atractiva distinción entre bancos Amundsen y Scott, en recuerdo de los exploradores de la Antártida, basada en la diferente gestión del riesgo.

Ambos llegaron al Polo Sur, pero la diferente concepción del riesgo hizo que Amundsen regresara y que Scott muriera en el camino de vuelta, a sólo 10 kilómetros de un depósito de alimentos salvador. Días de rosas para los bancos, pero habrá otra crisis y bancos Amundsen y Scott. Ahora, a disfrutar de la fiesta.