El comercio tradicional se ve asediado por diversos frentes, desde la presión de las grandes superficies a la venta 'on line', y los mercados municipales no son una excepciónmercados municipales. Más allá de la proximidad y de la seguridad de un producto fresco y en óptimas condiciones, los mercados ofrecen una relación directa con el cliente que es la base tradicional de la atracción, cultural y gastronómica, de estos centros.
También es cierto, sin embargo, que las nuevas pautas de consumo, la falta de disponibilidad horaria y el envejecimiento de la población, han precipitado la renovación de la oferta de servicios de los mercados. Algunos de ellos ya se avanzaron hace tiempo con cuentas de WhatsApp entre particulares o con páginas web específicas, pero la iniciativa pionera del Institut Municipal de Mercats de Barcelona va más allá y persigue convertir la experiencia única de la compra en las paradas en una excursión virtual que puede hacerse desde casa.
El nuevo canal de venta, operativo a través del supermercado digital Ulabox, se ciñe al Mercat del Ninot, en la Esquerra de l’Eixample, pero es extensible a otros barrios, y ha tenido elevados niveles de aceptación en el tiempo que lleva funcionando, especialmente en los sectores de comida perecedera: carne, pescados y frutas y verduras.
Llegar a un nuevo público, satisfacer demandas sin límite de tiempo y asegurar la calidad del producto fresco es evolucionar sin dejar de ser fieles a los orígenes sociales y comunitarios del mercado.