Editorial

Los ladrones más desalmados

La peor práctica delictiva contra los ancianos, normalmente a las mujeres, es la del robo violento de joyas y bolsos a plena luz del día

Residentes de un centro de la tercera edad del Eixample. / CARLOS MONTAÑÉS

Son la presa más fácil. Por su frágil salud, los ancianos resultan víctimas propiciatorias para los más desalmados ladrones y estafadores. Nuestro crecimiento de esperanza de vida, propio de toda sociedad avanzada, se refleja también en los índices de criminalidad hacia este colectivo másdébil. Sin ser alarmantes, las cifras empiezan a generar preocupación. Las personas mayores sufren casi el 10% del total de delitos que se denuncian anualmente en Catalunya, pero el porcentaje puede ser mucho mayor debido a la reticencia de muchas víctimas a presentar la denuncia por vergüenza o por que se les atribuya incapacidad para gestionar su vida con independencia. 

El hurto (apoderamiento de bienes ajenos sin utilizar la fuerza o intimidación) es la técnica delictiva más utilizada. Pero la peor práctica delictiva contra los ancianos, normalmente a las mujeres, es la del robo de joyas y bolsos a plena luz del día. Los 'cadeneros' asaltan a su víctima mediante un violento tirón, lo que puede conllevar caídas y lesiones muy graves en personas de avanzada edad. A las políticas de teleasistencia informativa que han puesto en marcha los Mossos d’Esquadra, debe sumarse la intervención de los familiares para enseñarles cómo reconocer una situación sospechosa y animarles a denunciar el delito para facilitar la labor policial. La justicia habrá luego de aplicar los agravantes que la ley dispone para castigar a quienes con cobardía extrema se aprovechan de la vulnerabilidad de su víctima.