Son ya célebres en toda Europa las gestas y manipulaciones del 'Des-Informe semanal' (TVE-1). Las curiosas labores que perpetra su director y presentador, Jenaro Castro, hasta la BBC las acaba de reproducir, con pasmo y estupefacción, en concreto la banda sonora que el sábado pasado pusieron para ilustrar unas imágenes de Puigdemont: ¡la inquietante música de la película 'El exorcista'! Y dado que Puigdemont estaba en sesión radiofónica con Mònica Terribas en Bruselas, cabe suponer que en el 'Des-Informe' consideran que el 'president' cesado es una especie de padre Damien Karras antes de saltar por la ventana, absolutamente poseído por el demonio, y Mònica es 'la niña del exorcista' sacando espuma por la boca. Decía esta misma mañana Antonio García Ferreras en 'Al rojo vivo' (La Sexta): «Si seguimos con la radiotelevisión pública que tenemos en España, con sus manipulaciones habituales en el 'Informe semana'l de Jenaro Castro, y en las mañanas de Radio Nacional, creo que el independentismo va a seguir nutriéndose de buenos elementos». ¡Ah! La pincelada-denuncia de Ferreras es relevante. Comienza a resquebrajarse la vergonzosa 'omertà' en nuestra profesión. Ese silencio sobre nosotros mismos, tan cómodo, tan endogámico, tan enfermizo, y comienzan a alzarse voces denunciando las manipulaciones que desde nuestra profesión -desde los medios públicos en este caso- se perpetran. Eso reconforta. Me encuentro menos solo.
Han advertido representantes del todavía llamado PDeCAT que no solo rechazan esta manipulación sobre Puigdemont incrustándole la música de 'El exorcista': sobre todo repudian la letra que se suele escuchar en el 'Des-Informe'. Estamos de acuerdo. Pongo como ejemplo lo que decía Jenaro Castro en su edición del sábado, 4 de noviembre: «El grado de ENAJENACIÓN del desafío ilegal separatista ha alcanzado su punto más DELIRANTE en la rueda de prensa del HUIDO Puigdemont en Bruselas. Una comparecencia calificada de SHOW y de GROTESCA», y añadía una voz en 'off': «La independencia proclamada se entiende mejor sin las dos primeras sílabas: PENDENCIA es una CONTIENDA o RIÑA». Les he colocado en mayúsculas los adjetivos que usan. Una nomenclatura propia de exabruptos de campaña de partido, pero que nada tiene que ver con el periodismo.