Editorial

Los catalanes no han perdido el 'seny'

La encuesta del GESOP muestra que casi el 70% de la población está a favor de unas elecciones para superar la crisis

Mariano Rajoy y Carles Puigdemont, en el Palacio de la Moncloa en abril del 2016. / David Castro

La principal conclusión de la encuesta del GESOP es que los catalanes, pese al estrés que provoca el proceso soberanista, conservan el sentido común. Y esta característica es más notable cuando los datos confirman que crece la incomodidad para pronunciarse sobre el asunto, sobre todo entre los contrarios a la independencia (4 de cada 10 han dejado de hablar del tema con amigos y familiares y 6 de cada 10 creen que afecta negativamente a la convivencia).

El seny se impone en las respuestas de la encuesta, que muestra asimismo que los bloques independentista-no independentista no son tan monolíticos como se cree. La mayoría opina que el proceso acabará con un acuerdo con un mayor autogobierno para Catalunya (29,9% frente al 20,3% que cree en la independencia). La primera opción es también la preferida por el 46,1%. Un quinto de los votantes del PDECat y ERC apoyan ese acuerdo. La reforma de la Constitución logra mayoría (68,3%) incluso entre los votantes del PDECat (53,5%), que superan a los del PP (52,6%).

Ante la situación de bloqueo en que se encuentra el procés, la mayoría se opone a la aplicación del artículo 155 de la Constitución (68,5%, con ligera ventaja incluso entre los no independentistas), cree que la DUI no está justificada (48,1% frente a 37,5%) y casi un 70% se inclina por ir a unas elecciones para desbloquear la situación. Los votantes independentistas están divididos ante la convocatoria electoral, deseada por una mayoría de los partidarios del PDECat (54,9%), mientras que los de ERC (51,4%) y la CUP (64,6%) están en contra. Las elecciones inmediatas para evitar el artículo 155 las apoya un 36,5% frente a un 29,3% que opta por la DUI.

El sentido común de los catalanes se refleja asimismo en el rechazo abrumador a la actuación policial el 1-O (el 83,4% la considera desproporcionada, incluido un 70,5% entre los no independentistas); en la valoración de que el referéndum no tuvo garantías (60,4%), y en que el 1-O no legitima una DUI (55,6%), que además no tiene respaldo internacional (lo cree un 80,9%, incluido un 66,7% de los independentistas).

Ante esta demostración de sensatez, el president Carles Puigdemont aún está a tiempo de evitar el choque final. Debería optar por convocar elecciones él mismo, antes de que se las convoquen otros, tranquilizar el ambiente y frenar la carrera hacia el abismo.